Los Carnavales

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En esta tercera entrega recopilaremos algunas características del significado de las fiestas de Carnaval en nuestro país.

El Carnaval en nuestro país tiene una historia rica y compleja, arraigada desde la época colonial. Desde entonces, ha evolucionado, adoptando diversas formas que reflejan la diversidad cultural de nuestras tierras. Sin embargo, esta celebración no ha estado exenta de conflictos y tensiones, especialmente en lo que respecta a la influencia afrodiaspórica en el Río de la Plata.

Candombe Federal (Martín Boneo, 1848)

En sus inicios, el carnaval fue una festividad popular, animada por la participación masiva de afroargentinos, quienes imprimieron su sello distintivo a través de ritmos y bailes callejeros. A pesar de su popularidad, las autoridades de la época, como Rosas, vieron con recelo estas manifestaciones, considerándolas peligrosas para el orden público. En 1844, bajo el pretexto de mantener la seguridad, se prohibió el carnaval, aunque posteriormente se retomaría con matices de discriminación hacia los afroargentinos.

La Murga de Saavedra

La figura de Sarmiento y su encuentro con prácticas racistas en Estados Unidos tuvo un impacto significativo en la evolución del carnaval argentino. La introducción del blackface, una práctica destinada a ridiculizar a la población afroargentina, marcó un punto de inflexión en la historia del carnaval, desplazando a sus verdaderos protagonistas de la escena pública.

Corrientes, cuna del Carnaval

Carnaval de Corrientes

En la provincia de Corrientes la tradición de Carnaval se remonta al siglo XIX, antes de la Guerra de la Triple Alianza. Corrientes Capital homenajeaba a San Baltazar con música y baile. Comenzó a celebrarse el Carnaval a gran escala en la década de 1960. La influencia del Brasil es evidente en el diseño de trajes y la organización de los desfiles, moldeados al estilo de las Scolas do Samba de ese país.

Paso de Los Libres, Corrientes

Además de la capital provincial, las localidades en donde la festividad tiene mayor relevancia son las fronterizas Paso de los Libres (cuna del carnaval argentino) y Santo Tomé, Goya (donde se encuentra la primera comparsa ecológica, inclusiva y sustentable de la provincia) Santa Lucía, Esquina, Bella Vista, Mercedes, Curuzú Cuatiá, Monte Caseros, San Luis del Palmar y Empedrado.

Corsódromo Nolo Arias, Corrientes

La ciudad de Corrientes es la Capital Nacional del Carnaval, los desfiles tienen lugar en el Corsódromo Nolo Alias, con capacidad para 30 mil personas. Se destacan las históricas comparsas Ará Berá, Sapucay y Copacabana, también participa como comparsa Arandú Beleza; luego están las Agrupaciones musicales: Samba Total, Samba Show, Kamandukahia e Imperio Bahiano, entre otras. Las comparsas más grandes del país se encuentran allí, con más de mil integrantes cada una, y este carnaval es considerado uno de los más lujosos del mundo, por sus trajes.

El Carnaval en Entre Ríos

Carnaval de Gualeguaychú, Entre Ríos

Desde Corrientes la costumbre se trasladó a la Provincia de Entre Ríos, celebrándose en las ciudades de Concordia, Santa Elena, Hasenkamp Gualeguay, Victoria y Concepción del Uruguay, pero siendo el carnaval más importante de la provincia (y junto con el de Corrientes, el más importante del país) el de la ciudad de Gualeguaychú, donde se construyó un escenario dedicado a la fiesta, el Corsódromo de Gualeguaychú, con capacidad para 35.000 espectadores sentados.

Carnaval de Gualeguaychú

Las principales comparsas de Gualeguaychú son: Marí Marí del Club Central Entrerriano, Papelitos del Club Juventud Unida, O’Bahía del Club de Pescadores, Kamarr del Club Social Sirio Libanés y Ara Yeví del Club Tiro Federal, todas con más de 35 años de antigüedad (Las más recientes datan del año 1981). Desde hace varios años, de las cinco grandes comparsas solo desfilan tres cada año.

El límite máximo al número de integrantes por comparsa varía de un año a otro pero se sitúa siempre en torno a los 300 bailarines y un tope de cuatro carrozas, tres aderezos y un destaque. Estas limitaciones han sido establecidas por razones reglamentarias. Además, cuentan cada una con al menos un traje fantasía y compiten por tener la mejor batucada (Orquesta de percusión al estilo brasilero) y pasista (Bailarina principal que baila frente a la batucada)

Carnavales en la provincia de Buenos Aires 

Corsódromo de Lincoln, Buenos Aires

Lincoln es el verdadero símbolo de una tradición que se inició en el año 1928, cuando el profesor Enrique Alejandro Urcola incorporó métodos utilizados en el Taller de Escenografía del Teatro Colón -donde trabajó-, modelando las figuras con la superposición de trozos de papel engrudado, técnica que se conoce con la palabra de idioma italiano `cartapesta`. Ese año, Urcola confeccionó una carroza con movimiento llamada `Peliculeros`, dando origen a lo que es hoy el principal atractivo del carnaval: las figuras mecánicas. En los siguientes años, realizó una pareja de abuelos que giraban la cabeza y movían los ojos, mientras se hamacaban en un sube y baja. Posteriormente, creó el vehículo manomóvil con `Trifón y Sisebuta`, personajes de la historieta de George McManus.

Lincoln, Buenos Aires

A partir de allí, los artesanos -incentivados por Urcola- fueron superando en cada una de las ediciones del carnaval su creatividad no solo por los personajes elegidos, sino también por el material y las técnicas de realización. De este modo, surgieron otros motivos, tales como las minicarrozas y las máscaras sueltas. Pero a las carrozas, que son el atractivo principal, se sumaron otros afluentes que vinieron a completar la gran fiesta: las escuelas de samba, las atracciones mecánicas, las batucadas, los cuerpos de baile, las bastoneras y las reinas. Todos estos ingredientes, que ya tienen una larga tradición, representan verdaderas expresiones de la creatividad popular, que marcan la identidad del carnaval linqueño.

Lincoln, Buenos Aires

La Ciudad de 25 de Mayo, por su parte, ​ cuenta con el declarado Carnaval de Provincia por su magnitud y semejanza al Carnaval de Gualeguaychú. Anunciada como «La Ciudad del Carnaval» cuenta con 3 comparsas, 2 batucadas y 5 carrozas. Con casi 10.000 espectadores por cada sábado desde enero hasta el primer sábado de marzo, las comparsas compiten para ser la campeona y defender el título el próximo año.

Corsódromo de 25 de Mayo, Buenos Aires

El carnaval cuenta con el primer Corsódromo a cielo abierto inaugurado en la región, único en la provincia de Buenos Aires, ubicado en el Boulevard Valmarrosa, del Parque Laguna «Las Mulitas», un espacio recreativo de 30 has. Este lugar permite que el espectáculo de carnaval se disfrutará desde cualquier rincón ya que proporciona una perfecta visión hacia la pasarela de 400 metros de largo por 8 metros de ancho, donde desfilan más de 500 personas, tiene una capacidad para 6000 espectadores cómodamente sentados. Brillo, color, belleza y alegría en el Corsódromo de 25 de Mayo demuestran el entusiasmo y el trabajo incansable de su gente.

25 de Mayo, Buenos Aires

Jugando con agua

Una práctica común en tiempo de carnaval es “jugar con agua». En el siglo XIX era costumbre rellenar huevos con agua para después lanzarlos. Las familias de clases más acomodadas compraban huevos de ñandú para tal fin. También se llenaban con agua de Colonia. Otros objetos utilizados para lanzar agua eran bolsas de papel, pomos, baldes o jarros. 

En estos juegos participaban tanto grandes como chicos. En la actualidad, los niños son quienes juegan con agua entre sí durante el día por las calles de los barrios de cada pueblo o ciudad del país, llenando pequeños globos con agua tales globos llenos con agua son llamadas bombuchas o bombitas de agua; también, desde fines de los 1960, se vende «espumas de carnaval» o nieves de carnaval (en aerosol) como diversión, la que suele estar presente en innumerables eventos y habiéndose popularizado tanto, que ya no es una práctica privativa del carnaval.

A pesar de las prohibiciones y los intentos de marginación, el carnaval perseveró, transformándose a lo largo del tiempo. La incorporación de la murga y la comparsa le dieron nueva identidad.

Hoy, gracias al esfuerzo de las distintas comunidades, el carnaval ha sido oficialmente restituido en el calendario festivo del país, con celebraciones que van desde las comparsas oficiales hasta los festejos populares más pequeños, demostrando la vitalidad y diversidad de esta celebración a lo largo y ancho de nuestra nación.

Como vemos desde lejanos momentos en nuestra historia nacional, las fiestas de Carnaval se han ido arraigando como una práctica cultural y popular, y aún hoy tiene en nuestra memoria colectiva, para los que ya no somos niños, ese sabor agridulce de añoranza y alegría de momentos compartidos en comunidad.

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